viernes, 14 de octubre de 2016

Historia y mitología gatuna

Historia y mitología gatuna


Escultura egipcia de un gato en el Museo del Louvre, París.

No se sabe exactamente cuál fue la primera cultura en domesticarlos, aunque siempre se ha asociado su domesticación a los egipcios, los asirios o alguna cultura predecesora a partir del gato salvaje africano. Se han descubierto restos de domesticación de F. silvestris en Chipre que datan de hace 9500 años.
Se cree que los egipcios empezaron a domesticarlos en torno al año 4000 a. C. para mantener a las ratas y ratones fuera de sus graneros. Para los egipcios eran animales sagrados y, como tales, el castigo por matar a uno de estos era la muerte. La diosa Bastet era representada con cabeza de gato. Cuando uno moría, a veces se le momificaba y la familia a la que pertenecía se afeitaba las cejas.

Sin embargo, durante la Edad Media, se pensaba que eran familiares de las brujas. A veces se los quemaba vivos o se los tiraba desde la cumbre de edificios altos durante las festividades. En el mundo occidental es común la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte (aunque hay excepciones, por
ejemplo, en el Reino Unido). Para las personas supersticiosas, que se cruce un gato negro de forma súbita, es augurio de infortunos. De hecho, se dio el caso de culpar a los gatos de transmitir la peste bubónica, con lo que fueron exterminados en masa en pueblos y ciudades, contribuyendo a que se multiplicara la población de ratas, auténticos propagadores de la plaga.

Pero en los tiempos actuales la Iglesia católica ha declarado también como santos patrones de los gatos a san Antonio Abad, san Francisco de Asís y san Martín de Porres incluyendo a este felino con los demás animales domésticos, similar a los antiguos egipcios sin importar la raza y el color.

Es uno de los doce animales del ciclo de 12 años del zodíaco vietnamita, relacionado con el calendario chino (en este último, el signo zodiacal es el conejo o también gato).

En el Tíbet se los considera desde tiempos inmemoriales guardianes de reliquias y templos posiblemente por la robustez ostensible e inteligencia atribuidas a la variante siamesa que allí en la cima del mundo, se desarrolla. Animal sagrado, venerado y a veces mimado excesivamente, en el seno del budismo tibetano se le considera acompañante en el tránsito obituario, y, en los sueños lúcidos, el subconsciente del que sueña (o viaja) es representado por un gato gigante, obeso, mudo y bonachón.


En la cultura japonesa había muchas formas de adorar a los gatos y muchos dioses y seres mitologicos relacionados a ellos algunos de ellos son:

Bakeneko
·Bakeneko , literalmente gato monstruo, es un gato de habilidades sobrenaturales.
un gato doméstico puede convertirse en un bakeneko si ha vivido 100 años, si ha adquirido un kan (3.75 kilogramos) de peso o si se le permite tener una cola larga. Un gato también podía ser considerado un bakeneko si se le veía tomando aceite de una lámpara, algo demasiado común porque el aceite de las lámparas era aceite de pescado original. Aquello producía sombras de un gato enorme, causando temor e ideas fantásticas en la mente de los hombres. Más tarde el bakeneko sería representado como un espectro que bajo la inocente forma de un gato, al cumplir los cien años y habiendo dejarle crecer la cola se devoraba a los humanos para robarles su identidad llegando incluso a adoptar la figura exacta de un humano.


Nekomata 


·Nekomata El nekomata es una variación del bakeneko , que surge cuando a un gato domestico se le comienza a bifurcar la cola. A diferencia del Bakeneko, el nekomata imita las acciones de los humanos, parándose en dos patas y caminar erguido gracias al apoyo de su cola bifurcada. Causan un sonido muy parecido al lenguaje humano al maullar. Pero no pueden transformarse en humano. El nekomata es un gato cambiante vivo. Mientras que el bakeneko es un espectro. Para que un nekomata alcance a ser un bakeneko debe pasar cierta cantidad de años. Aunque algunos japoneses aseguran que teniendo en cuenta que el gato normal vive hasta treinta años si se lo cuida en óptimas condiciones, si pasa los treinta y cinco años ya puede trasformarse en bakeneko a voluntad.



·Maneki-neko  también conocido como "gato de la suerte" o "gato de la fortuna", es una popular escultura japonesa, la cual se dice que trae buena suerte a su dueño. La escultura representa a un gato, particularmente de la raza bobtail japones, en una actitud de llamada y no saludando como la mayoría de la gente piensa (esto es porque los orientales no saludan con la mano en posición de supinación-flexión como los occidentales, sino que en posición prona y flexión).

·nekomusume  es una criatura de la mitologia japonesa semejante a su contrapartida moderna, ("catgirl"), aunque la nekomusume tiene rasgos más felinos que humanos.
En algunos casos, se decía que eran gatos que, para gastar una broma, cambiaban de forma felina a humana y acabaron convertidos en híbridos. En otros, serían mujeres cuya cólera era similar a la de un gato enfadado, y por ello adquirirían las características de dicho animal.
En algún momento estos rasgos fueron suavizados, creando la catgirl moderna.