miércoles, 12 de octubre de 2016

Origen del gato domesticado

Origen del gato domesticado





Como animal de compañía, es una de las mascotas más populares en todo el mundo. Debido a que su domesticación es relativamente reciente, pueden vivir en ambientes silvestres formando
pequeñas colonias relacionándose con otros gatos monteses y los seres humanos no controlan el suministro de alimentos o la cría. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava.
Se observa un efecto relativamente modesto de la domesticación en el genoma del gato basado en su reciente divergencia con los gatos monteses, la mezcla continua entre gatos domésticos y monteses, y las escasas diferencias morfológicas, siendo excepciones, las diferencias de comportamiento de los gatos monteses en relación con la docilidad, la gracilidad y la pigmentación. El efecto de la domesticación del gato parece ser modesto en comparación con otros mamíferos, debido principalmente a:
·La ausencia de una fuerte selección para las características físicas específicas a diferencia de muchos otros mamíferos domésticos criados para comida, el pastoreo, la caza o la seguridad, el gato se ha domesticado principalmente en el período antiguo porque es un depredador que ayudaba a mantener controlados los roedores que comían los granos[cita requerida] .
·El aislamiento limitado de las poblaciones silvestres con los gatos domésticos.
·El proceso de la domesticación postula que los rasgos morfológicos y fisiológicos modificados por la domesticación de los gatos se explican por las consecuencias directas e indirectas de los déficit de células de la cresta neural durante el desarrollo embrionario y propone que los cambios en estos genes de la cresta neural están relacionados con la docilidad. Esto sugiere que la selección para la docilidad, como resultado de acostumbrarse a los seres humanos para obtener recompensas de comida, es la principal fuerza que alteró los primeros genomas del gato doméstico.


A los gatos pequeños no les gusta que les pongan cascabel y es malo para ellos.
Algunos de los genes afectados son:
·Una región putativa del cromosoma A1 hay dos genes, la protocadherina PCDHA1 y el PCDHB4 implicados en el establecimiento y mantenimiento de conexiones neuronales, especificidad sináptica, el sistema de nervios serotoninérgicos del cerebro y el condicionamiento del miedo.
·El gen GRIA1 que codifica para un tipo de receptores de glutamato en el cromosoma A1. Son receptores de los neurotransmisores excitatorios predominantes en el cerebro de los mamíferos y desempeñan un papel importante en la expresión de la potenciación a largo plazo y la formación de la memoria.
·El gen DCC situado en el cromosoma que codifica el receptor de netrina. Este gen muestra una abundante expresión en las neuronas dopaminérgicas. La deficiencia del gen DCC supone una organización del sistema dopaminérgico alterado, que culmina con el deterioro de la memoria, el comportamiento y el efecto estímulo-recompensa. El gen DCC interactúa directamente con la cola del MYO10, un gen crítico para la capacidad migratoria de las células de la cresta neural.
·El gen ARID3B situado en el cromosoma B3 está implicado en la supervivencia neuronal de las células de la cresta neural. El gen ARID3B se induce en el desarrollo de embriones durante la diferenciación de células de la cresta neural para madurar células de los ganglios simpáticos. Otro gen situado en el mismo cromosoma, PLEKHH1, que codifica un dominio homólogo a plekstrina. Se expresa predominantemente en el cerebro humano y cuando se altera, conducen a la enfermedad neurológica y psiquiátrica. El gen PLEKHH1 interactúa con el factor de transcripción MYC, regulador de las células de la cresta neural, para activar la transcripción de genes relacionados con el crecimiento.
Los genes dentro de cada una de estas regiones juegan un papel importante en los procesos neuronales, especialmente vías relacionadas con circuitos sinápticos que influyen en el comportamiento y las pistas contextuales relacionadas con la recompensa. Cambios en estos genes relacionados con la cresta neural subyacen a la evolución de la docilidad durante la domesticación del gato.
Es un animal instintivamente cazador. Los gatos en libertad viven de forma semisalvaje y cazan ratones y ratas, entre otras especies, que de otra forma comerían importantes cantidades de grano. Los domésticos capturan insectos, ratones y pequeños pájaros instintivamente, aunque generalmente no los consumen. Incluso, las presas pueden ser utilizadas como obsequio para el dueño.
Según un estudio publicado en la revista Nature en junio de 2007, los ancestros de los actuales gatos domésticos comenzaron a separarse de las líneas salvajes hace entre 130 000 a 100 000 años; otro publicado en la revista Science confirmaba este dato, indicando que los gatos domésticos actuales descienden de un grupo de cinco gatas salvajes que se asociaron al hombre en Oriente Medio hace unos 10 000 años.

Los ancestros directos de los gatos domésticos habrían abandonado gradualmente la vida silvestre para convivir con la especie humana atraídos por los roedores que parasitaban a las comunidades humanas. Actualmente los gatos domésticos se encuentran agrupados en diversos clades (o grupos genéticos), encontrándose en el rastreo del ADN mitocondrial cinco hembras ancestrales para todas las subespecies gatunas; los mismos rastreos genéticos señalan una procedencia directa de los gatos domésticos actuales con los gatos salvajes del Medio Oriente, no encontrándose la misma proximidad ni con los gatos salvajes africanos (Felis silvestris lybica), ni con los gatos salvajes europeos (Felis silvestris silvestris).

Las evidencias arqueológicas indicarían que uno de los primeros lugares de domesticación de los gatos fue la isla de Chipre hace unos 9500 años y que poco tiempo después estos felinos eran comunes entre las culturas de la Creciente fértil. Luego, hace quizás unos 3500 años, y probablemente a través de comerciantes fenicios, el gato fue introducido en Europa continental desde el Antiguo Egipto.